Una de las principales inquietudes que la comunidad contable ha externado sobre la adopción de normas internacionales y la homologación de normas mexicanas con las normas internacionales es la cantidad de revelaciones que se tienen que hacer para cumplir con lo establecido para cada uno de los conceptos que integran los estados financieros.
Las entidades sujetas a estas revelaciones comentan que la información que presentan en sus estados financieros ha crecido de manera exponencial y que esto implica que sus informes anuales ahora sean libros y no informes.
Contar con más información no debería preocupar a los usuarios; al contrario, debería ser visto como una batalla ganada contra frases tan comunes como “no puedo darte esa información ya que es confidencial” o “no entiendo que es lo que está declarando la entidad, ya que no tengo más información en las notas”.
El 27 de junio de 2013 en Ámsterdam, en la conferencia “Breaking the boilerplate”, Hans Hoogervorst, presidente del IASB, afirmó: “En muchas compañías, el tamaño de sus informes del año 2012 fue estratosférico. Pero el volumen de la información no significa necesariamente que haya aumentado la cantidad de la información útil para el usuario, por lo que se corre el riesgo de que los informes anuales se conviertan en documentos para cumplir más que en documentos para comunicar” (Hoogervorst, 2013).
Este inconveniente de la cantidad de información que ahora tienen que presentar las empresas se puede solucionar mediante el uso del lenguaje XBRL (eXtensible Business Reporting Language) en el proceso de reporte de la información financiera.
En abril de 2002, la fundación IFRS empezó a trabajar en el proyecto: Electronic Reporting – XBRL (IFRS Foundation, 2015).
En México, el proyecto no tuvo ni el impacto ni el interés suficiente como para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) preparara desde ese año una taxonomía para las empresas públicas mexicanas que presentaban su información, a modo de adoptar los estándares mundiales.
En 2012, cuando las empresas tuvieron que presentar sus primeros estados financieros basándose en las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS), la comunidad contable en México se dio cuenta de que, en algunos casos, la cantidad de las revelaciones se había duplicado o triplicado, con el efecto de que la información se había vuelto inmanejable para los usuarios.
Por lo tanto, como parte de las iniciativas del Comité de Transición a IFRS, creado por la CNBV para apoyar a las emisoras en la adopción de IFRS, en 2012 se acordó que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) llevaría a cabo el proyecto de desarrollo de la taxonomía XBRL para las entidades públicas en México.
Por todo lo anterior, es fundamental que la comunidad contable y de negocios en México sepa qué es el XBRL, cómo nos puede afectar, cómo va a cambiar nuestro sistema de presentación de la información financiera y qué se ha hecho en México para implantarlo, para que las empresas y los usuarios manejen y presenten la información y cumplan de ese modo con nuestra máxima contable: generar información útil para la toma de decisiones.
¿Qué es el XBRL?
Las empresas están obligadas con bastante frecuencia a publicar su información financiera tanto para fines internos como para fines externos, con cierto grado de detalle y en formatos electrónicos diferentes. En los últimos tiempos, la información financiera (informe anual, informe bajo la circular 1133 de la Bolsa Mexicana de Valores, prospectos de colocación, etc.) se distribuye de manera electrónica en documentos, principalmente en formato pdf. Estos documentos se pueden ver en las computadoras y se pueden imprimir, pero no permiten que el usuario trabaje con la información financiera, y es aquí donde el XBRL ofrece una alternativa para mejorar la entrega y la consulta de esa información, ya que representa la transición de un documento digitalizado a uno interactivo del que es posible obtener y examinar la información que necesita el usuario en el momento en que toma una decisión (Minaburo, 2008).
El XBRL se basa en el lenguaje XML (eXtensible Markup Language), que es un estándar público y abierto para definir, comunicar, publicar y transmitir datos por la red. Su principal característica es un etiquetado, o tagging, que se aplica a cada dato con una descripción y un contexto.
Este lenguaje, como cualquier otro, utiliza diccionarios o taxonomías en las que se describen las características de cada etiqueta. El etiquetado de la información con el lenguaje XBRL permite intercambiarla más fácilmente y con mayor flexibilidad que un archivo de word o pdf.
¿Qué son las taxonomías?Las taxonomías del XBRL son los diccionarios, el vocabulario que utiliza el lenguaje. Son los esquemas de categorización que definen individualmente la etiqueta específica para cada concepto de la información financiera. Una vez etiquetados los datos, la información se carga y se visualiza con programas como Fujitsu o arelle (BMV, 2015) en la forma de un estado de situación financiera o un estado de resultados o cualquier otro tipo de informe financiero y sus notas.
Cada país ha desarrollado su propia taxonomía, ya que esta depende de la regulación contable local, la cual puede ser diferente. Así, la taxonomía que se sigue para el etiquetado depende del tipo de principios o normas con las cuales se quiera presentar la información financiera.
Todas las taxonomías están formadas por seis archivos: Schema.xsd, Label linkbase, Reference linkbase, Presentation linkbase, Calculation linkbase y Definition linkbase.
El organismo XBRL internacional reconoce dos taxonomías: Financial Reporting (FR) y Global Ledger (GL).
Al final del etiquetado, el usuario obtendrá un “documento de instancia”, que contiene toda la información de la empresa convertida al lenguaje XBRL y que puede ser leída por cualquier software o herramienta de visualización.
El XBRL en México
La BMV empezó a trabajar en el proyecto XBRL para México en 2012. Durante la primera etapa se comparó la taxonomía publicada y aprobada para las IFRS con el catálogo contable de la BMV, con lo cual se logró identificar qué conceptos eran similares y cuáles eran diferentes o representaban un faltante en la taxonomía IFRS. Para los datos faltantes, la BMV desarrolló etiquetas nuevas, aprovechando la ventaja de la extensibilidad del XBRL.
La siguiente etapa consistió en la aplicación de esta taxonomía a los estados financieros trimestrales presentados por las emisoras a partir del primer trimestre de 2014. El etiquetado lo haría la misma BMV y pondría a disposición de los usuarios los estados financieros etiquetados para que los revisaran y detectaran los errores que hubiera. El objetivo de la segunda etapa era adecuar y revisar el catálogo utilizado para generar la taxonomía final. También en la segunda etapa se amplió la taxonomía para poder aplicarla a las notas de los estados financieros.
El lector puede consultar los documentos de instancia de los estados financieros de la empresa de su elección generados con base en el lenguaje XBRL en el sitio de la BMV en el menú “Archivos Estándar XBRL”. Lo único que hay que seleccionar es el tipo de emisora y la emisora que se desea consultar. Como resultado, el lector obtendrá la visión interactiva del informe anual presentado por la empresa. De igual forma, el visualizador permite obtener un desglose de los renglones que se encuentran agrupados y la información de las referencias que se tomaron como base para elaborar cada etiqueta.
En la tercera etapa, la BMV, la CNBV y el Comité de Emisoras trabajaron en la nueva extensión de la taxonomía mexicana tomando como base la taxonomía anterior. El resultado de este trabajo de análisis y síntesis fue un elenco de 890 elementos que conforman los informes financieros y que integran la Taxonomía Mexicana 2015 – MX 2015.
Debido a que las emisoras son de diversa naturaleza y tienen diferentes restricciones y condiciones, la BMV ha elaborado hasta el momento siete taxonomías y tiene tres en revisión. Las siete taxonomías publicadas son las siguientes:
Emisoras industriales comerciales y de servicios inscritas con acciones o deuda a largo plazo, identificadas como MX ICS.
Emisoras industriales comerciales y de servicios inscritas con deuda a corto plazo, identificadas como MX CP.
Sociedades anónimas de promoción bursátil, identificadas como MX SAPIB.
Fideicomisos de infraestructura y bienes raíces, identificados como MX FIBRAS.
Fideicomisos de certificados de capital, identificados como MX CC.
Fideicomisos de deuda, identificados como MX DEUDA.
Fideicomisos de títulos referenciados, identificados como MX TRAC.
Los informes que el usuario podrá generar basándose en la taxonomía mexicana son, según Córdova (2015), los siguientes:
Comentarios y análisis de la administración
Información general sobre estados financieros
Estado de situación financiera, circulante y no circulante
Estado de resultados, resultado del periodo, por función de gasto
Estado de resultados integral, componentes ORI presentados netos de impuestos
Estado de flujos de efectivo, método indirecto
Estado de cambios en el capital contable
Notas. Subclasificaciones de activos, pasivos y capital contable
Notas. Análisis de ingresos y gastos
Notas. Lista de notas
Notas. Lista de políticas contables
Notas. Información financiera intermedia de conformidad con la NIC 34
Datos informativos. Estado de situación financiera
Datos informativos. Estado de resultados
Datos informativos. Estado de resultados 12 meses
Desglose de créditos
Posición monetaria en moneda extranjera
Distribución de ingresos por producto
Instrumentos financieros derivados
La BMV publicó en el primer trimestre de 2015 la versión del Emisnet que soporta el envío de archivos XBRL con la nueva taxonomía, para que las emisoras generen durante todo el año sus archivos basados en la taxonomía mexicana.
Finalmente, la última etapa del proyecto se dará durante el primer trimestre del año 2016, cuando será obligatorio que todas las emisoras presenten su información financiera en el archivo XBRL con la nueva taxonomía elaborada por la CNBV y la BMV.
Conclusiones
El lenguaje XBRL está respaldado por organizaciones contables, profesionales y docentes de todo el mundo, por lo que es un medio viable para satisfacer las necesidades de los usuarios, que solicitan a la profesión contable soluciones derivadas principalmente de la adopción de las IFRS.
Las ventajas que ofrece el XBRL a los usuarios de la información financiera tienen que ver con ahorros de tiempo y de dinero, ya que, por ejemplo, el auditor ahorrará tiempo y gastos al realizar pruebas para llevar a cabo su trabajo de auditoría. La transparencia que provee el XBRL asegura también al auditor interno y al comité de auditoría la integridad de la información financiera.
También el analista de la información financiera ahorrará tiempo y dinero con el XBRL, ya que tardará menos en comparar información presentada por dos empresas en diferentes formatos, orden y presentación.
En general, para los usuarios de la información financiera, el XBRL aportará información que puede analizarse fácil y rápidamente con métricas propias, con competidores o con promedios del sector o industria, sin dedicar un tiempo excesivo a extraerla y presentarla.
México se tardó en tomar la decisión de adoptar el lenguaje XBRL para presentar la información, pero afortunadamente la CNBV y la BMV decidieron actualizar al país en cuestiones de tecnología aplicada a la contabilidad. Es ahora tarea de todos los profesionistas contables mantenernos al día y a la vanguardia en estos temas.?
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Referencias
BMV. Sitio de la Bolsa Mexicana de Valores. 2015. Sección “Empresas listadas”. Subsección “Informacion financiera XBRL”. Disponible en: <http://www.bmv.com.mx/es/empresas-listadas/informacion-financiera-xbrl>. Consultada en octubre de 2015.
Córdoba Tamariz, Roberto. 2015. “2015 año de transición a XBRL”. Sección “Empresas listadas”. Subsección “Información financiera XBRL”, en el documento denominado “Documento que muestra el desarrollo de la Taxonomía en México”. Disponible en: <http://www.bmv.com.mx/work/models/Grupo_BMV/Resource/1466/Resumen_del_Proyecto.pdf>. Consultada en octubre de 2015.
Gunn, James. 2008. “XBRL: Opportunities and Challenges in enhancing financial reporting and assurance processes”. Current issues in Auditing. American Accounting Association. Vol. 1, núm. 1, A36-A43.
Hoogervorst, H., 2013. “Breaking the boilerplate”. IFRS Conference in Amsterdam. IASB. 27 de junio de 2013. Disponible en: <http://www.ifrs.org/Alerts/Conference/Documents/2013/HH-Amsterdam-June-2013.pdf>. Consultada en octubre de 2015.
IFRS Foundation. 2015. Menú IFRS. Sección Electronic Reporting (taxonomy). Disponible en: <http://www.ifrs.org/XBRL/Pages/XBRL.aspx>. Consultado en octubre de 2015.
Minaburo, Sandra. 2008. “XBRL: el lenguaje de los Negocios en el siglo XXI”. Contaduría Pública. Año 37, núm. 435 y 436, noviembre y diciembre de 2008.
XBRL: Su desarrollo y aplicación en México
Por: Sandra Minaburo
ITAM
Una de las principales inquietudes que la comunidad contable ha externado sobre la adopción de normas internacionales y la homologación de normas mexicanas con las normas internacionales es la cantidad de revelaciones que se tienen que hacer para cumplir con lo establecido para cada uno de los conceptos que integran los estados financieros.
Las entidades sujetas a estas revelaciones comentan que la información que presentan en sus estados financieros ha crecido de manera exponencial y que esto implica que sus informes anuales ahora sean libros y no informes.
Contar con más información no debería preocupar a los usuarios; al contrario, debería ser visto como una batalla ganada contra frases tan comunes como “no puedo darte esa información ya que es confidencial” o “no entiendo que es lo que está declarando la entidad, ya que no tengo más información en las notas”.
El 27 de junio de 2013 en Ámsterdam, en la conferencia “Breaking the boilerplate”, Hans Hoogervorst, presidente del IASB, afirmó: “En muchas compañías, el tamaño de sus informes del año 2012 fue estratosférico. Pero el volumen de la información no significa necesariamente que haya aumentado la cantidad de la información útil para el usuario, por lo que se corre el riesgo de que los informes anuales se conviertan en documentos para cumplir más que en documentos para comunicar” (Hoogervorst, 2013).
Este inconveniente de la cantidad de información que ahora tienen que presentar las empresas se puede solucionar mediante el uso del lenguaje XBRL (eXtensible Business Reporting Language) en el proceso de reporte de la información financiera.
En abril de 2002, la fundación IFRS empezó a trabajar en el proyecto: Electronic Reporting – XBRL (IFRS Foundation, 2015).
En México, el proyecto no tuvo ni el impacto ni el interés suficiente como para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) preparara desde ese año una taxonomía para las empresas públicas mexicanas que presentaban su información, a modo de adoptar los estándares mundiales.
En 2012, cuando las empresas tuvieron que presentar sus primeros estados financieros basándose en las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS), la comunidad contable en México se dio cuenta de que, en algunos casos, la cantidad de las revelaciones se había duplicado o triplicado, con el efecto de que la información se había vuelto inmanejable para los usuarios.
Por lo tanto, como parte de las iniciativas del Comité de Transición a IFRS, creado por la CNBV para apoyar a las emisoras en la adopción de IFRS, en 2012 se acordó que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) llevaría a cabo el proyecto de desarrollo de la taxonomía XBRL para las entidades públicas en México.
Por todo lo anterior, es fundamental que la comunidad contable y de negocios en México sepa qué es el XBRL, cómo nos puede afectar, cómo va a cambiar nuestro sistema de presentación de la información financiera y qué se ha hecho en México para implantarlo, para que las empresas y los usuarios manejen y presenten la información y cumplan de ese modo con nuestra máxima contable: generar información útil para la toma de decisiones.
¿Qué es el XBRL?
Las empresas están obligadas con bastante frecuencia a publicar su información financiera tanto para fines internos como para fines externos, con cierto grado de detalle y en formatos electrónicos diferentes. En los últimos tiempos, la información financiera (informe anual, informe bajo la circular 1133 de la Bolsa Mexicana de Valores, prospectos de colocación, etc.) se distribuye de manera electrónica en documentos, principalmente en formato pdf. Estos documentos se pueden ver en las computadoras y se pueden imprimir, pero no permiten que el usuario trabaje con la información financiera, y es aquí donde el XBRL ofrece una alternativa para mejorar la entrega y la consulta de esa información, ya que representa la transición de un documento digitalizado a uno interactivo del que es posible obtener y examinar la información que necesita el usuario en el momento en que toma una decisión (Minaburo, 2008).
El XBRL se basa en el lenguaje XML (eXtensible Markup Language), que es un estándar público y abierto para definir, comunicar, publicar y transmitir datos por la red. Su principal característica es un etiquetado, o tagging, que se aplica a cada dato con una descripción y un contexto.
Este lenguaje, como cualquier otro, utiliza diccionarios o taxonomías en las que se describen las características de cada etiqueta. El etiquetado de la información con el lenguaje XBRL permite intercambiarla más fácilmente y con mayor flexibilidad que un archivo de word o pdf.
¿Qué son las taxonomías?Las taxonomías del XBRL son los diccionarios, el vocabulario que utiliza el lenguaje. Son los esquemas de categorización que definen individualmente la etiqueta específica para cada concepto de la información financiera. Una vez etiquetados los datos, la información se carga y se visualiza con programas como Fujitsu o arelle (BMV, 2015) en la forma de un estado de situación financiera o un estado de resultados o cualquier otro tipo de informe financiero y sus notas.
Cada país ha desarrollado su propia taxonomía, ya que esta depende de la regulación contable local, la cual puede ser diferente. Así, la taxonomía que se sigue para el etiquetado depende del tipo de principios o normas con las cuales se quiera presentar la información financiera.
Todas las taxonomías están formadas por seis archivos: Schema.xsd, Label linkbase, Reference linkbase, Presentation linkbase, Calculation linkbase y Definition linkbase.
El organismo XBRL internacional reconoce dos taxonomías: Financial Reporting (FR) y Global Ledger (GL).
Al final del etiquetado, el usuario obtendrá un “documento de instancia”, que contiene toda la información de la empresa convertida al lenguaje XBRL y que puede ser leída por cualquier software o herramienta de visualización.
El XBRL en México
La BMV empezó a trabajar en el proyecto XBRL para México en 2012. Durante la primera etapa se comparó la taxonomía publicada y aprobada para las IFRS con el catálogo contable de la BMV, con lo cual se logró identificar qué conceptos eran similares y cuáles eran diferentes o representaban un faltante en la taxonomía IFRS. Para los datos faltantes, la BMV desarrolló etiquetas nuevas, aprovechando la ventaja de la extensibilidad del XBRL.
La siguiente etapa consistió en la aplicación de esta taxonomía a los estados financieros trimestrales presentados por las emisoras a partir del primer trimestre de 2014. El etiquetado lo haría la misma BMV y pondría a disposición de los usuarios los estados financieros etiquetados para que los revisaran y detectaran los errores que hubiera. El objetivo de la segunda etapa era adecuar y revisar el catálogo utilizado para generar la taxonomía final. También en la segunda etapa se amplió la taxonomía para poder aplicarla a las notas de los estados financieros.
El lector puede consultar los documentos de instancia de los estados financieros de la empresa de su elección generados con base en el lenguaje XBRL en el sitio de la BMV en el menú “Archivos Estándar XBRL”. Lo único que hay que seleccionar es el tipo de emisora y la emisora que se desea consultar. Como resultado, el lector obtendrá la visión interactiva del informe anual presentado por la empresa. De igual forma, el visualizador permite obtener un desglose de los renglones que se encuentran agrupados y la información de las referencias que se tomaron como base para elaborar cada etiqueta.
En la tercera etapa, la BMV, la CNBV y el Comité de Emisoras trabajaron en la nueva extensión de la taxonomía mexicana tomando como base la taxonomía anterior. El resultado de este trabajo de análisis y síntesis fue un elenco de 890 elementos que conforman los informes financieros y que integran la Taxonomía Mexicana 2015 – MX 2015.
Debido a que las emisoras son de diversa naturaleza y tienen diferentes restricciones y condiciones, la BMV ha elaborado hasta el momento siete taxonomías y tiene tres en revisión. Las siete taxonomías publicadas son las siguientes:
Los informes que el usuario podrá generar basándose en la taxonomía mexicana son, según Córdova (2015), los siguientes:
La BMV publicó en el primer trimestre de 2015 la versión del Emisnet que soporta el envío de archivos XBRL con la nueva taxonomía, para que las emisoras generen durante todo el año sus archivos basados en la taxonomía mexicana.
Finalmente, la última etapa del proyecto se dará durante el primer trimestre del año 2016, cuando será obligatorio que todas las emisoras presenten su información financiera en el archivo XBRL con la nueva taxonomía elaborada por la CNBV y la BMV.
Conclusiones
El lenguaje XBRL está respaldado por organizaciones contables, profesionales y docentes de todo el mundo, por lo que es un medio viable para satisfacer las necesidades de los usuarios, que solicitan a la profesión contable soluciones derivadas principalmente de la adopción de las IFRS.
Las ventajas que ofrece el XBRL a los usuarios de la información financiera tienen que ver con ahorros de tiempo y de dinero, ya que, por ejemplo, el auditor ahorrará tiempo y gastos al realizar pruebas para llevar a cabo su trabajo de auditoría. La transparencia que provee el XBRL asegura también al auditor interno y al comité de auditoría la integridad de la información financiera.
También el analista de la información financiera ahorrará tiempo y dinero con el XBRL, ya que tardará menos en comparar información presentada por dos empresas en diferentes formatos, orden y presentación.
En general, para los usuarios de la información financiera, el XBRL aportará información que puede analizarse fácil y rápidamente con métricas propias, con competidores o con promedios del sector o industria, sin dedicar un tiempo excesivo a extraerla y presentarla.
México se tardó en tomar la decisión de adoptar el lenguaje XBRL para presentar la información, pero afortunadamente la CNBV y la BMV decidieron actualizar al país en cuestiones de tecnología aplicada a la contabilidad. Es ahora tarea de todos los profesionistas contables mantenernos al día y a la vanguardia en estos temas.?
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Referencias
BMV. Sitio de la Bolsa Mexicana de Valores. 2015. Sección “Empresas listadas”. Subsección “Informacion financiera XBRL”. Disponible en: <http://www.bmv.com.mx/es/empresas-listadas/informacion-financiera-xbrl>. Consultada en octubre de 2015.
Córdoba Tamariz, Roberto. 2015. “2015 año de transición a XBRL”. Sección “Empresas listadas”. Subsección “Información financiera XBRL”, en el documento denominado “Documento que muestra el desarrollo de la Taxonomía en México”. Disponible en: <http://www.bmv.com.mx/work/models/Grupo_BMV/Resource/1466/Resumen_del_Proyecto.pdf>. Consultada en octubre de 2015.
Gunn, James. 2008. “XBRL: Opportunities and Challenges in enhancing financial reporting and assurance processes”. Current issues in Auditing. American Accounting Association. Vol. 1, núm. 1, A36-A43.
Hoogervorst, H., 2013. “Breaking the boilerplate”. IFRS Conference in Amsterdam. IASB. 27 de junio de 2013. Disponible en: <http://www.ifrs.org/Alerts/Conference/Documents/2013/HH-Amsterdam-June-2013.pdf>. Consultada en octubre de 2015.
IFRS Foundation. 2015. Menú IFRS. Sección Electronic Reporting (taxonomy). Disponible en: <http://www.ifrs.org/XBRL/Pages/XBRL.aspx>. Consultado en octubre de 2015.
Minaburo, Sandra. 2008. “XBRL: el lenguaje de los Negocios en el siglo XXI”. Contaduría Pública. Año 37, núm. 435 y 436, noviembre y diciembre de 2008.