Cuando hablamos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad invariablemente pensamos que el gobierno, las agencias de ayuda y el tercer sector son los responsables de encontrar las soluciones. … sin embargo, esta perspectiva está cambiando…
“… la diferencia entre un emprendedor social, los servidores públicos y los emprendedores de negocio es la fuente de su pasión”
Kickul J. & Lyons T., 2012.
Cuando hablamos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad invariablemente pensamos que el gobierno, las agencias de ayuda y el tercer sector son los responsables de encontrar las soluciones.
Del mismo modo, culpamos en gran medida al modelo económico y al gobierno que tenemos de contribuir a estos males sociales al generar una mala distribución de la riqueza, lo que conlleva a una pobre educación, viviendas deficientes, mala alimentación, contaminación, poco acceso a la salud, entre otros factores. Sin embargo, esta perspectiva está cambiando; la sociedad es cada vez más consciente de que esperar ya no es una opción y que se debe actuar (Kickul J. & Lyons Y., 2012).
La realidad es que ni los gobiernos, ni las agencias de ayuda o el tercer sector pueden solucionar todos los problemas sociales solos. El gran problema que tienen estas instituciones, de acuerdo con Michael Porter, es un asunto de escala. Las instituciones que tradicionalmente deben resolver la problemática social no tienen los recursos monetarios suficientes para hacerlo (Porter M., 2013)
Por su parte, Yunus Muhammed, emprendedor social y padre del microcrédito, afirma que el problema no es en sí el modelo económico escogido. La globalización, como principio general de negocio, puede traer más beneficios que cualquier otro modelo para luchar contra la pobreza; sin embargo, sin la adecuada orientación puede ser muy destructiva (Muhammed Y., 2007). Asimismo, Porter explica que las empresas deben buscar ya no sólo generar un valor económico sino que, además, deben buscar generar un valor social. Porter llama a esta doble creación de valor el “valor compartido”, o shared value (Porter M., 2013).
Hoy en día son cada vez más los emprendedores que buscan cumplir con esta doble creación de valor. Entre ellos destacan los emprendedores sociales, para quienes la creación de valor social está, sino por encima, por lo menos al mismo nivel de importancia que la creación de valor económico.
¿Pero qué es un emprendedor social y cuáles son las características que los diferencian de un emprendedor convencional? ¿Qué es lo que hace que un emprendedor social pueda resolver los problemas que ni el sector público ni el privado han podido resolver?
Emprendedor de negocio o emprendedor social: ¿cuál es la diferencia?
Jean Baptiste Say, uno de los principales exponentes de la escuela clásica de economistas, define en el siglo XIX a un emprendedor como aquel que “transfiere recursos fuera de un área de menor productividad para pasarla a una de mayor productividad y mayor retorno” (Say J., 1803). De esta manera, un emprendedor de negocio busca generar valor económico cubriendo una necesidad (Porter M., 2013).
De acuerdo con Martin R., director de la Universidad de Toronto, y Osberg S., investigadora de la Universidad de Stanford, la definición de emprendedor denota una habilidad especial, innata, para detectar y actuar sobre las oportunidades; la capacidad de combinar el pensar fuera de la caja con una marca única de determinación, de crear o producir algo nuevo en el mundo. Emprender describe la combinación de un contexto en el cual se sitúa una oportunidad, una serie de características personales requeridas para identificar y perseguirla, y la creación de un resultado particular (Martin, R. & Osberg S., 2007).
Un emprendedor social comparte dichas cualidades con los emprendedores de negocio; sin embargo, existen ciertas diferencias. Sarah Alvord, directora en la Universidad de Harvard, David Brown, director ejecutivo de TUGG (Technology Underwriting Greater Good), y Christine Letts, investigadora de la Universidad de Havard, definen el emprendimiento social de la manera siguiente:
“El emprendimiento social crea soluciones innovadoras a problemas sociales inmediatos y moviliza las ideas, capacidades, recursos, y arreglos sociales requeridos para una transformación social sustentable.”
Para estos autores el reto de un emprendedor social es el de resolver toda la variedad de problemas sociales, a través de la reducción sostenible de cuestiones de salud, educación, desarrollo económico, y asuntos políticos y culturales asociados con la pobreza a largo plazo (Alvord, Brown y Lets, 2004).
A diferencia de los emprendedores de negocio que buscan generar valor económico, los emprendedores sociales buscan además resolver una problemática social, creando un cambio en la sociedad.
¿Por qué podría un emprendedor social resolver problemáticas milenarias que ni el sector público ni el privado han podido resolver?
En el libro Understanding social Entrepreneurship. The Relentless Pursuit of Mission in an Ever Changing Wolrd, Jill Kickul y Thomas S. Lyons explican por qué los emprendedores sociales tienen ciertas cualidades que los convierten en una alternativa más atractiva que las instituciones públicas o privadas.
Los emprendedores sociales son apasionados. Tienen un compromiso personal con el problema que están abordando, ya que tiene para ellos un significado particular. Ya sea que la motivación provenga de una experiencia propia, algún conocimiento de segunda mano, o una vocación, tienen un intenso deseo de encontrar una solución al problema identificado. Lo anterior no sugiere que los políticos o agentes públicos no estén apasionados por ciertos temas, pero su pasión generalmente se ve templada por las realidades políticas, lo que puede ocasionar que no se enfoquen a la resolución de un solo problema.
De manera similar, los emprendedores de negocio son generalmente muy apasionados por sus productos o servicios, pero esta pasión se concentra en su habilidad para satisfacer las necesidades de sus clientes y en generar una ganancia económica. Por lo tanto, la diferencia entre un emprendedor social, los servidores públicos y los emprendedores de negocio se encuentra en el origen de esa pasión. Para los servidores públicos la fuente de ese entusiasmo son sus intereses políticos; para un emprendedor de negocio puede originarse en la generación de una ganancia monetaria; mientras que para el emprendedor social el germen de su pasión es el querer generar un cambio en la sociedad.
El emprendedor social no es burocrático, es ágil. A diferencia de los gobiernos o las grandes empresas, los emprendedores sociales no están sometidos a una gran cantidad de reglas y procedimientos. Como las pequeñas empresas, ellos son ágiles y estratégicos, y pueden movilizarse rápidamente y de manera decisiva para resolver un problema.
Los emprendedores reconocen una ventana de oportunidad para capturar un mercado, la cual no permanece abierta indefinidamente, y la toman. Así mismo, un emprendedor social entiende que las soluciones a problemas sociales y ambientales son limitadas, y que las oportunidades para llevarlas a cabo son constantemente cambiantes. Esta agilidad para adaptarse al cambio en crucial.
El emprendedor social permite transformaciones. La mayoría de los productos o servicios ofrecidos por negocios privados o por el gobierno se basan en transacciones. Productos y servicios son intercambiados a través de una relación de operaciones de corto plazo. Brindan, por ende, soluciones en el corto plazo, pero no generan cambios en el largo plazo; no producen transformaciones.
Los problemas sociales y ambientales no se solucionan con transacciones. El emprendedor social busca cambiar el sistema, lo que produce cambios en el largo plazo.
El emprendedor social usa capital social. Reúnen a personas y organizaciones para enfocarse en la solución de un problema, y utilizan capital proveniente de diferentes fuentes para resolverlo. Sobre esta red de confianza implementan soluciones, al crear una misión y visión compartida que fomente un cambio positivo.
Están enfocados en la misión, no en buscar utilidades. La misión social o ambiental es la prioridad más importante. Los intereses sociales están por encima de los intereses personales.
Rinden cuenta a la sociedad, no a los inversionistas. Necesitan estándares de rendición de cuentas más altos: deben medir su impacto, justificar su existencia y dar a conocer esto libremente.
Los emprendedores sociales fomentan la innovación social y ambiental. Los gobiernos están atados por la constante lucha entre los que quieren cambiar y los que quieren conservar el statu quo. Los problemas necesitan cambios para ser resueltos, y para lograr cambios sistémicos se necesita innovación y creatividad. La diferencia con un emprendedor de negocios es que éste, al considerar una innovación, evalúa su potencial comercial, mientras que el emprendedor social evalúa la parte comercial, pero también el potencial que tiene para resolver problemas sociales o ambientales.
El emprendedor social le da la vuelta a la política. Mientras que el gobierno debate acerca del problema, el emprendedor social está trabajando para resolverlo. Al no estar envuelto en la política, el emprendedor social tiene mayor agilidad para negociar conflictos entre diferentes partes.
Facilita el desarrollo al proveer equidad y estabilidad. Al trabajar en temas como educación, salud, reducción de la pobreza, desarrollo comunitario, etcétera, crean oportunidades para un avance socioeconómico, desarrollan la equidad y refuerzan la estabilidad. Las empresas privadas no creen que éste sea su papel. Los gobiernos pueden ayudar a asegurar la equidad y la estabilidad, sin embargo, están usualmente limitados por los factores antes vistos, lo que les impide facilitar los requisitos para un cambio transformativo.
¿Cómo saber identificar a un emprendedor social?
Existen en México diferentes organizaciones que buscan a este tipo de emprendedores, ¿pero cuáles son sus criterios de selección?
IGNIA1 es una empresa de capital emprendedor, con sede en Monterrey, que apoya la fundación y expansión de empresas de alto impacto que atiendan a la base de la pirámide socioeconómica en México. Para IGNIA un emprendedor social se diferencia por sus rasgos y por su motivación.
Para ellos las motivaciones de un emprendedor social deben de ir más allá de la simple voluntad de generar beneficios económicos; son impulsados por un compromiso con la humanidad, tienen un proceso de decisión que incluye otros factores que los económicos y tienen la voluntad de perturbar el orden establecido.
Además, para IGNIA un emprendedor social tiene ciertas características, tales como honestidad interior, paciencia, integridad, y rigor analítico y de negocio aún más marcado que un emprendedor convencional; asimismo, tiene un alto grado de resiliencia (Serfati F., entrevista realizada el 18 octubre 2013).
Por otro lado, ASHOKA2, organización que impulsa el emprendimiento social a nivel mundial a través de apoyos a emprendedores sociales que buscan actuar como agentes de cambio, cuenta con toda una metodología para escoger a sus beneficiarios. Los criterios de selección se basan en cinco puntos diferentes:
Creatividad. El emprendedor social debe ser creativo, tanto en su visión como en su definición de metas y en la resolución de problemas. Actúa creativamente frente a las oportunidades y a los obstáculos y plantea soluciones originales.
Calidad emprendedora. El emprendedor social deberá estar profundamente comprometido con su visión, y no se detendrá hasta que logre convertirla en una nueva norma o en el nuevo patrón de comportamiento en su sociedad (sin importar que esto implique largos años de búsqueda incansable y la puesta a prueba de diferentes métodos para alcanzar su objetivo).
Impacto social de la idea. La idea del emprendedor social debe resolver un problema importante en el ámbito estatal o más allá de sus fronteras. Debe de ser lo suficientemente nueva, práctica y útil como para que la gente que trabaja en su campo de acción la adopte, una vez aprobada y demostrada. Su idea debe impactar de manera importante, considerando la dimensión y el significado del impacto.
Calidad ética. El emprendedor social deberá ser una persona honesta; se debe poder confiar en ella de manera instintiva. Sus motivaciones deben nacer del compromiso a servir a los demás.
Con el fin de encontrar una solución a los múltiples problemas sociales y ambientales a los que nos enfrentamos como sociedad, los emprendedores sociales usan procesos, herramientas y técnicas de emprendedores de negocio, lo que va de acuerdo con su espíritu emprendedor. Sin embargo, a diferencia del emprendedor de negocio, tendrá una misión social definida, independientemente de si la organización es lucrativa, no lucrativa o híbrida.
Esta lucha por buscar un impacto social definido juega un papel predominante en la diferenciación con un emprendedor de negocio, e irá acompañada por ciertas características esenciales del emprendedor social, las cuales se encuentran en su motivación y en sus características personales, así como en su acercamiento innovador a las diferentes problemáticas.?
Referencias
Alvord, H., Brown, D., & Letts, C. (2004). Social Entrepreneurship and Societal Transformation: An Exploratory Study. The Journal of Applied Bahavioral Science, 40, 260-282.
Kickul, J., & Lyons, T. (2012). Understanding social entrepreneurship, the relentless pursuit of mission in an ever changing world. New York, NY: Routledge.
Martin, R., & Osberg, S. (2007). Social entrepreneurship: The case for definition. Stanford Social Innovation Review.
Muhammad, Y. 2007. Creating a world without poverty, social business and the future
of capitalism. Estados Unidos: PublicAffairs TM. P4.
Porter, M (2013). Why business can be good at solving social problems. TEDGlobal
2013. (Visitado el 24-10-2013).
Say, J.-B. (1971), A Treatise on Political Economy or the Production, Distribution and
Consumption of Wealth, A.M. Kelley Publishers, New York (First edition 1803).
¿Qué hace Único al Emprendedor Social?
MBA ITAM
Cuando hablamos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad invariablemente pensamos que el gobierno, las agencias de ayuda y el tercer sector son los responsables de encontrar las soluciones. … sin embargo, esta perspectiva está cambiando…
Kickul J. & Lyons T., 2012.
Cuando hablamos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad invariablemente pensamos que el gobierno, las agencias de ayuda y el tercer sector son los responsables de encontrar las soluciones.
Del mismo modo, culpamos en gran medida al modelo económico y al gobierno que tenemos de contribuir a estos males sociales al generar una mala distribución de la riqueza, lo que conlleva a una pobre educación, viviendas deficientes, mala alimentación, contaminación, poco acceso a la salud, entre otros factores. Sin embargo, esta perspectiva está cambiando; la sociedad es cada vez más consciente de que esperar ya no es una opción y que se debe actuar (Kickul J. & Lyons Y., 2012).
La realidad es que ni los gobiernos, ni las agencias de ayuda o el tercer sector pueden solucionar todos los problemas sociales solos. El gran problema que tienen estas instituciones, de acuerdo con Michael Porter, es un asunto de escala. Las instituciones que tradicionalmente deben resolver la problemática social no tienen los recursos monetarios suficientes para hacerlo (Porter M., 2013)
Por su parte, Yunus Muhammed, emprendedor social y padre del microcrédito, afirma que el problema no es en sí el modelo económico escogido. La globalización, como principio general de negocio, puede traer más beneficios que cualquier otro modelo para luchar contra la pobreza; sin embargo, sin la adecuada orientación puede ser muy destructiva (Muhammed Y., 2007). Asimismo, Porter explica que las empresas deben buscar ya no sólo generar un valor económico sino que, además, deben buscar generar un valor social. Porter llama a esta doble creación de valor el “valor compartido”, o shared value (Porter M., 2013).
Hoy en día son cada vez más los emprendedores que buscan cumplir con esta doble creación de valor. Entre ellos destacan los emprendedores sociales, para quienes la creación de valor social está, sino por encima, por lo menos al mismo nivel de importancia que la creación de valor económico.
¿Pero qué es un emprendedor social y cuáles son las características que los diferencian de un emprendedor convencional? ¿Qué es lo que hace que un emprendedor social pueda resolver los problemas que ni el sector público ni el privado han podido resolver?
Emprendedor de negocio o emprendedor social: ¿cuál es la diferencia?
Jean Baptiste Say, uno de los principales exponentes de la escuela clásica de economistas, define en el siglo XIX a un emprendedor como aquel que “transfiere recursos fuera de un área de menor productividad para pasarla a una de mayor productividad y mayor retorno” (Say J., 1803). De esta manera, un emprendedor de negocio busca generar valor económico cubriendo una necesidad (Porter M., 2013).
De acuerdo con Martin R., director de la Universidad de Toronto, y Osberg S., investigadora de la Universidad de Stanford, la definición de emprendedor denota una habilidad especial, innata, para detectar y actuar sobre las oportunidades; la capacidad de combinar el pensar fuera de la caja con una marca única de determinación, de crear o producir algo nuevo en el mundo. Emprender describe la combinación de un contexto en el cual se sitúa una oportunidad, una serie de características personales requeridas para identificar y perseguirla, y la creación de un resultado particular (Martin, R. & Osberg S., 2007).
Un emprendedor social comparte dichas cualidades con los emprendedores de negocio; sin embargo, existen ciertas diferencias. Sarah Alvord, directora en la Universidad de Harvard, David Brown, director ejecutivo de TUGG (Technology Underwriting Greater Good), y Christine Letts, investigadora de la Universidad de Havard, definen el emprendimiento social de la manera siguiente:
“El emprendimiento social crea soluciones innovadoras a problemas sociales inmediatos y moviliza las ideas, capacidades, recursos, y arreglos sociales requeridos para una transformación social sustentable.”
Para estos autores el reto de un emprendedor social es el de resolver toda la variedad de problemas sociales, a través de la reducción sostenible de cuestiones de salud, educación, desarrollo económico, y asuntos políticos y culturales asociados con la pobreza a largo plazo (Alvord, Brown y Lets, 2004).
A diferencia de los emprendedores de negocio que buscan generar valor económico, los emprendedores sociales buscan además resolver una problemática social, creando un cambio en la sociedad.
¿Por qué podría un emprendedor social resolver problemáticas milenarias que ni el sector público ni el privado han podido resolver?
En el libro Understanding social Entrepreneurship. The Relentless Pursuit of Mission in an Ever Changing Wolrd, Jill Kickul y Thomas S. Lyons explican por qué los emprendedores sociales tienen ciertas cualidades que los convierten en una alternativa más atractiva que las instituciones públicas o privadas.
Los emprendedores sociales son apasionados. Tienen un compromiso personal con el problema que están abordando, ya que tiene para ellos un significado particular. Ya sea que la motivación provenga de una experiencia propia, algún conocimiento de segunda mano, o una vocación, tienen un intenso deseo de encontrar una solución al problema identificado. Lo anterior no sugiere que los políticos o agentes públicos no estén apasionados por ciertos temas, pero su pasión generalmente se ve templada por las realidades políticas, lo que puede ocasionar que no se enfoquen a la resolución de un solo problema.
De manera similar, los emprendedores de negocio son generalmente muy apasionados por sus productos o servicios, pero esta pasión se concentra en su habilidad para satisfacer las necesidades de sus clientes y en generar una ganancia económica. Por lo tanto, la diferencia entre un emprendedor social, los servidores públicos y los emprendedores de negocio se encuentra en el origen de esa pasión. Para los servidores públicos la fuente de ese entusiasmo son sus intereses políticos; para un emprendedor de negocio puede originarse en la generación de una ganancia monetaria; mientras que para el emprendedor social el germen de su pasión es el querer generar un cambio en la sociedad.
El emprendedor social no es burocrático, es ágil. A diferencia de los gobiernos o las grandes empresas, los emprendedores sociales no están sometidos a una gran cantidad de reglas y procedimientos. Como las pequeñas empresas, ellos son ágiles y estratégicos, y pueden movilizarse rápidamente y de manera decisiva para resolver un problema.
Los emprendedores reconocen una ventana de oportunidad para capturar un mercado, la cual no permanece abierta indefinidamente, y la toman. Así mismo, un emprendedor social entiende que las soluciones a problemas sociales y ambientales son limitadas, y que las oportunidades para llevarlas a cabo son constantemente cambiantes. Esta agilidad para adaptarse al cambio en crucial.
El emprendedor social permite transformaciones. La mayoría de los productos o servicios ofrecidos por negocios privados o por el gobierno se basan en transacciones. Productos y servicios son intercambiados a través de una relación de operaciones de corto plazo. Brindan, por ende, soluciones en el corto plazo, pero no generan cambios en el largo plazo; no producen transformaciones.
Los problemas sociales y ambientales no se solucionan con transacciones. El emprendedor social busca cambiar el sistema, lo que produce cambios en el largo plazo.
El emprendedor social usa capital social. Reúnen a personas y organizaciones para enfocarse en la solución de un problema, y utilizan capital proveniente de diferentes fuentes para resolverlo. Sobre esta red de confianza implementan soluciones, al crear una misión y visión compartida que fomente un cambio positivo.
Están enfocados en la misión, no en buscar utilidades. La misión social o ambiental es la prioridad más importante. Los intereses sociales están por encima de los intereses personales.
Rinden cuenta a la sociedad, no a los inversionistas. Necesitan estándares de rendición de cuentas más altos: deben medir su impacto, justificar su existencia y dar a conocer esto libremente.
Los emprendedores sociales fomentan la innovación social y ambiental. Los gobiernos están atados por la constante lucha entre los que quieren cambiar y los que quieren conservar el statu quo. Los problemas necesitan cambios para ser resueltos, y para lograr cambios sistémicos se necesita innovación y creatividad. La diferencia con un emprendedor de negocios es que éste, al considerar una innovación, evalúa su potencial comercial, mientras que el emprendedor social evalúa la parte comercial, pero también el potencial que tiene para resolver problemas sociales o ambientales.
El emprendedor social le da la vuelta a la política. Mientras que el gobierno debate acerca del problema, el emprendedor social está trabajando para resolverlo. Al no estar envuelto en la política, el emprendedor social tiene mayor agilidad para negociar conflictos entre diferentes partes.
Facilita el desarrollo al proveer equidad y estabilidad. Al trabajar en temas como educación, salud, reducción de la pobreza, desarrollo comunitario, etcétera, crean oportunidades para un avance socioeconómico, desarrollan la equidad y refuerzan la estabilidad. Las empresas privadas no creen que éste sea su papel. Los gobiernos pueden ayudar a asegurar la equidad y la estabilidad, sin embargo, están usualmente limitados por los factores antes vistos, lo que les impide facilitar los requisitos para un cambio transformativo.
¿Cómo saber identificar a un emprendedor social?
Existen en México diferentes organizaciones que buscan a este tipo de emprendedores, ¿pero cuáles son sus criterios de selección?
IGNIA1 es una empresa de capital emprendedor, con sede en Monterrey, que apoya la fundación y expansión de empresas de alto impacto que atiendan a la base de la pirámide socioeconómica en México. Para IGNIA un emprendedor social se diferencia por sus rasgos y por su motivación.
Para ellos las motivaciones de un emprendedor social deben de ir más allá de la simple voluntad de generar beneficios económicos; son impulsados por un compromiso con la humanidad, tienen un proceso de decisión que incluye otros factores que los económicos y tienen la voluntad de perturbar el orden establecido.
Además, para IGNIA un emprendedor social tiene ciertas características, tales como honestidad interior, paciencia, integridad, y rigor analítico y de negocio aún más marcado que un emprendedor convencional; asimismo, tiene un alto grado de resiliencia (Serfati F., entrevista realizada el 18 octubre 2013).
Por otro lado, ASHOKA2, organización que impulsa el emprendimiento social a nivel mundial a través de apoyos a emprendedores sociales que buscan actuar como agentes de cambio, cuenta con toda una metodología para escoger a sus beneficiarios. Los criterios de selección se basan en cinco puntos diferentes:
Creatividad. El emprendedor social debe ser creativo, tanto en su visión como en su definición de metas y en la resolución de problemas. Actúa creativamente frente a las oportunidades y a los obstáculos y plantea soluciones originales.
Calidad emprendedora. El emprendedor social deberá estar profundamente comprometido con su visión, y no se detendrá hasta que logre convertirla en una nueva norma o en el nuevo patrón de comportamiento en su sociedad (sin importar que esto implique largos años de búsqueda incansable y la puesta a prueba de diferentes métodos para alcanzar su objetivo).
Impacto social de la idea. La idea del emprendedor social debe resolver un problema importante en el ámbito estatal o más allá de sus fronteras. Debe de ser lo suficientemente nueva, práctica y útil como para que la gente que trabaja en su campo de acción la adopte, una vez aprobada y demostrada. Su idea debe impactar de manera importante, considerando la dimensión y el significado del impacto.
Calidad ética. El emprendedor social deberá ser una persona honesta; se debe poder confiar en ella de manera instintiva. Sus motivaciones deben nacer del compromiso a servir a los demás.
Con el fin de encontrar una solución a los múltiples problemas sociales y ambientales a los que nos enfrentamos como sociedad, los emprendedores sociales usan procesos, herramientas y técnicas de emprendedores de negocio, lo que va de acuerdo con su espíritu emprendedor. Sin embargo, a diferencia del emprendedor de negocio, tendrá una misión social definida, independientemente de si la organización es lucrativa, no lucrativa o híbrida.
Esta lucha por buscar un impacto social definido juega un papel predominante en la diferenciación con un emprendedor de negocio, e irá acompañada por ciertas características esenciales del emprendedor social, las cuales se encuentran en su motivación y en sus características personales, así como en su acercamiento innovador a las diferentes problemáticas.?
Referencias
of capitalism. Estados Unidos: PublicAffairs TM. P4.
2013. (Visitado el 24-10-2013).
Consumption of Wealth, A.M. Kelley Publishers, New York (First edition 1803).