Edición 39, Mercadotecnia

Coltán: El Oro Gris o Azul

Por: Carlos Mondragón
Profesor de tiempo completo del Departamento Académico de Administración del ITAM

El coltán es un mineral estratégico poco conocido en el mercado de consumo, pero a nivel industrial, muchas empresas lo consideran el “polvo mágico imprescindible”. Del coltán se extraen el niobio y el tántalo.* Desde 1990 es codiciado por sus singulares propiedades: es un conductor rápido, tolera descargas eléctricas fuertes y temperaturas elevadas, es un capacitor (almacena carga eléctrica temporal y la libera cuando se necesita) y resiste la corrosión. Sus principales aplicaciones se encuentran en la telefonía móvil, computadoras, juguetes electrónicos, misiles balísticos, industria aeroespacial y armas inteligentes. Se emplea en microprocesadores, pilas, microcircuitos y condensadores. El coltán es tan importante, que sin este mineral no habría Internet.

Su precio es muy elevado, lo mismo que la demanda, y se extrae de manera arcaica en minas a cielo abierto, pues se encuentra en el subsuelo a menos de un metro de profundidad. Ochenta por ciento de las reservas mundiales de coltán se encuentran en la zona de la República Democrática del Congo; el resto se encuentra en Australia, Brasil, Tailandia y, en muchos menores volúmenes en Canadá, Etiopía, Malasia, Nigeria y Ruanda.

El Congo es uno de los países más ricos de la tierra en oro, plata, diamantes, petróleo, cobre, cobalto, estaño y otros minerales que posee el subsuelo. Para justificar la presencia de tropas extranjeras argumenta que intenta defender sus riquezas naturales, recibiendo el apoyo de Zimbabue, Angola y Namibia. En cambio, las regiones norte y este están ocupadas por dos grandes movimientos rebeldes y decenas de miles de soldados de dos países con los que colinda al poniente: Ruanda y Uganda.

No es nuevo que haya guerras por la riqueza del subsuelo congoleño. En África se extraen los llamados “diamantes de sangre”. Con su venta, los líderes de Angola y Sierra Leona financian sus “revoluciones”, sirviéndose de una red mafiosa internacional compuesta por traficantes de armas, drogas y materias primas. A pesar de un embargo impuesto por la ONU en 2000, los “diamantes de sangre” dan un rodeo y continúan desembarcando en las grandes tiendas de Amberes, Ginebra, Nueva York y Tel Aviv. Verificar el origen de los diamantes es prácticamente imposible.

En el Congo se han depredado e invadido grandes patrimonios ecológicos en el afán de sustraer mayores cantidades de coltán y no solo por los congoleños, los rebeldes se han abierto paso entre los frondosos bosques de los parques nacionales del Congo. Uno de los grandes daños ambientales que se han causado en esta zona es la desaparición de reservas selváticas habitadas por gorilas y elefantes, quienes desde hace unos años se encuentran en peligro de extinción.

Debido a que la extracción de coltán en el Congo representa un conflicto internacional, las grandes empresas que necesitan esta materia prima aparentan adquirirla en otros países, como Australia y Brasil. Sin embargo, lo hacen a través de intermediarios involucrados en el mercado negro obtienen grandes volúmenes para cubrir sus necesidades. El precio al que se consigue el coltán en el Congo está por debajo de las cotizaciones de los otros países, y como la demanda es enorme, sería prácticamente imposible que la satisficieran Australia, Brasil, Canadá y los demás productores.

Sin haber cifras precisas, se estima que una quinta parte de la producción mundial de coltán procede del Congo. Pero esta cifra podría aumentar considerablemente si se tuvieran datos confiables.

En muchas ocasiones, el coltán procedente del Congo es considerado ilegal (robado), cuando en realidad no lo es. Muchas compañías rechazan la compra del mineral en el centro africano por la controversia en que se encuentra al no saber identificarlo como legal o ilegal y prefieren comprarlo a Australia o Canadá. Sin embargo, mucho coltán robado en el Congo está ya en computadoras, teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos, sin saberse qué compañías lo compraron y menos su origen.

A finales de la década de 1990, la ONU estableció en un informe que el conflicto del Congo giraba básicamente en torno al control, explotación ilegal, saqueo y comercialización de los recursos naturales, Es además, la causa del conflicto bélico que se vive en esta región, lo que les ha significado a los grandes cárteles guerrilleros una oportunidad para obtener grandes ganancias. Según la ONU y otras organizaciones no gubernamentales, las minas ilegales de coltán en el Congo perpetúan una guerra que involucra desde mediados de 1995 a por lo menos seis naciones africanas. Un panel de la ONU propuso un embargo temporal de importaciones y exportaciones de coltán Congo hasta que cesara su explotación ilegal en las minas. En 2011, el embargo todavía no había entrado en vigor.

Los innumerables informes publicados por diversas ONG y la propia ONU, en los que se acusa a Ruanda y Uganda del expolio de las riquezas minerales del Congo, permitieron ejercer cierta presión internacional y que se compilaran listas negras de empresas que operan en la zona. Así, 35 empresas, 27 occidentales, fueron acusadas de importar coltán y casiterita. Se consiguió que la compañía aérea belga Sabena suspendiese el transporte del mineral que realizaba de Kigali (la capital de Ruanda) a Bruselas. Sin embargo, funcionan otras rutas y un considerable porcentaje del coltán congoleño sale al mercado camuflado como procedente de Brasil o Tailandia.

Uganda, que no posee yacimientos de diamantes, en 2000 vendió 1,263 millones de dólares; tampoco tiene minas de coltán y sin embargo en 2005 exportó 70 toneladas.

Los principales yacimientos de coltán se encuentran en la región del Kivú, al este del Congo, donde miles de mineros se afanan diariamente por recolectar el llamado “oro azul o gris” sin maquinaria y apenas con herramientas elementales, en condiciones de trabajo infrahumanas y con salarios mensuales de diez dólares. La mayoría de los mineros son niños de entre diez y quince años y que trabajan en un régimen de semiesclavitud. Son especialmente útiles para la extracción de coltán, ya que tienen mayor agilidad y facilidad para meterse en los yacimientos formados por rocas y hoyos estrechos. Otro grupo importante de mineros son prisioneros hutus, a los que se les ofrece una reducción de la condena y una paga de entre cinco y diez dólares por cada kilo de coltán. Desde hace más de diez años, ocurren a diario un promedio de ochocientos accidentes mortales en las minas. Sin tener una cifra exacta, se estima que en ese periodo han muerto más de cinco millones de trabajadores.

La región está controlada y defendida por la Coalición Congoleña para la Democracia y diversos grupos guerrilleros, principalmente ruandeses. Esta situación ha llevado al desarrollo de una enorme industria minera ilegal que saquea el coltán del suelo congolés. Posteriormente, el mineral se trafica en el mercado negro a través de una serie de comerciantes e intermediarios, hasta llegar a las gigantescas empresas multinacionales para fabricar computadoras, videojuegos, teléfonos celulares y equipos médicos. Un ejemplo es ilustrativo: la compañía japonesa Sony tuvo que aplazar el lanzamiento de su Playstation 2 por no tener suficiente coltán.

Entre febrero de 2000 y enero de 2001, la demanda de coltán fue tan grande que la cotización del kilo de tántalo en la Bolsa de Valores de Londres ascendió de 180 a 950 euros. Los grandes fabricantes de teléfonos celulares, como Nokia, Ericsson y Motorola, han hecho declaraciones públicas argumentando que están sorprendidos y que son ajenos a la comercialización del coltán del Congo. Estas tres empresas afirmaron que no estaban seguras de si la explotación del coltán es ilegal o no, aun cuando han producido cientos de millones de teléfonos que han vendido en todo el mundo.

En mayo de 2001, un portavoz de Ericsson declaró que estaban investigando la proveniencia del coltán que adquirían y que estaban en una fase de abandonar el uso del mismo para sus teléfonos celulares para reemplazarlo con condensadores de cerámica. Diez años después, no se ha sabido si Ericsson realizó el reemplazo.

El coltán es un mineral tan preciado que el escritor Vázquez Figueroa afirmó: “quien tenga coltán dominará el mundo”. Por sus propiedades de resistencia al calor, conducción eléctrica y el óptimo almacenaje de energía, el mineral del Congo representa una nueva fuente de ingresos para el primer mundo y violaciones de los derechos humanos en el país africano.

Por ello, el coltán un término desconocido para la mayoría, se encuentra en todas partes y a todas horas. Al levantarse con la alarma del celular, desayunarse mientras se ven las noticas en la televisión, se usa el coche y se enciende el GPS o se escucha la radio. Casi todos los aparatos electrónicos contienen “oro gris”. Por el coltán hay guerras, daño al medio ambiente y explotación infantil y por tanto, violación de los derechos humanos.

Después de tantos años de la existencia de teléfonos celulares en el mercado, todavía no hay métodos para reciclarlos y usarlos en la fabricación de nuevos aparatos. Tampoco se ha establecido un sistema de vigilancia internacional que prohíba la entrada en el mercado de materias primas procedentes de zonas dudosas y que sancione de manera ejemplar a las transnacionales que se enriquecen cometiendo crímenes contra la humanidad.

En el Congo, desde hace más de una década mueren diariamente 800 mineros. Al igual que el 11 de septiembre de 2001, la bomba atómica de Hiroshima o el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, es probable que los países desarrollados y los organismos internacionales estén esperando a que termine el conflicto del Congo para “conmemorarlo”, ya que diez años después no ha concluido.?

Nota:

*El tántalo fue descubierto en 1802 por el químico sueco Eckberg. Al percatarse de que resultaba tan complicado investigar este metal resistente a los ácidos, le dio el nombre del dios griego Tántalo, que está condenado a sufrir eternamente en el submundo.

Referencias

  • Silva, Jeffrey (2001, 21 de mayo). Coltan controversy. RCR Wireless News. Vol. 20, núm. 2.
  • Klaus, Werner, y Weiss, Hans (2003). El libro negro de las marcas. El lado oscuro de las empresas globales. Buenos Aires, Sudamericana.
  • http://galiciasustentable.org/la-explotacian-del-coltan-saqueo-ambiental-humano-tras-nuestros-telafonos-maviles/
  • http://www.neoteo.com/coltan-el-verdadero-precio-del-consumismo-13773

Publicar un Comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos requeridos están marcados con un *

*
*

Puedes usar estas etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>