Edición 40, Finanzas

¿Dónde queda Basilea?

Por: Víctor Hugo Luque
MBA Tulane, MAF Macquarie

Una Ciudad Europea

Basilea (Basel en inglés), por su tamaño, es la tercera ciudad de Suiza (las dos más grandes son Zúrich y Ginebra, mientras que la capital, Berna, se ubica en cuarto sitio). Tiene una posición geográfica envidiable en Europa, ya que se sitúa a orillas del río Rin (Rhin en francés), en la frontera formada por Suiza, Alemania y Francia. Y además es el lugar de nacimiento del mejor tenista de la historia, Roger Federer, quien posee el récord de más torneos de Grand Slam ganados, con un total de 16.

Ahora bien, cuando en los mercados financieros se escucha la palabra Basilea, se hace referencia a los diversos acuerdos de regulación bancaria tomados en el Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria, que se reúne en dicha ciudad desde finales de 1974. La institución financiera responsable del Comité de Basilea es el Bank for International Settlements, fundado en 1930, que es la sede principal para la cooperación internacional de los bancos centrales, así como el más importante promotor de la difusión de los acuerdos establecidos.

¿El Comité de Basilea es una autoridad regulatoria?

El Comité de Basilea no posee formalmente la figura de una autoridad supervisora internacional y los acuerdos que alcanza no tienen ninguna fuerza legal como reguladora bancaria. Sin embargo, se espera que las autoridades regulatorias de cada país tomen las medidas necesarias para implantar en sus sistemas financieros los lineamientos generales y las recomendaciones de mejores prácticas del comité.

Asimismo, el comité presenta un informe sobre los acuerdos alcanzados en sus sesiones (que se realizan cuatro veces al año) a los gobernadores de los bancos centrales y a los responsables de la supervisión bancaria de cada uno de sus países miembros (en nuestro país, tanto el Banco de México como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores), con la idea de que las entidades den seguimiento a sus recomendaciones.

En particular, un objetivo del comité es cerrar las brechas entre las distintas coberturas de supervisión internacional, para evitar que los bancos escapen a la supervisión de su país de origen y de cualquier otro país donde tengan operaciones. Adicionalmente, el Comité de Basilea es un foro para la cooperación internacional sobre diversos temas relacionados con la regulación bancaria, con la finalidad de mejorar la calidad de la vigilancia y supervisión en todo el mundo.

El intercambio de información entre los responsables de los bancos centrales y autoridades regulatorias incrementa la capacidad técnica de los países miembros y genera lineamientos homogéneos para el control de las instituciones bancarias; en particular, el comité fija estándares de principios de supervisión bancaria eficaz, requisitos de suficiencia de capital y convenios para la supervisión bancaria internacional.

De acuerdo con la CNBV, la participación de México en los acuerdos de Basilea le permite aprender de las experiencias de otros países, incorporar en las recomendaciones del comité las lecciones aprendidas de la crisis de 1994 y garantizar que el nuevo marco regulatorio internacional considere las necesidades e intereses de economías emergentes con sistemas financieros abiertos a la inversión extranjera directa (como es el caso de nuestro país).

La estructura interna del Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria comprende cuatro subcomités: Grupo de Implementación de Estándares, Grupo de Desarrollo de Políticas, Equipo de Trabajo para Reglas Contables y Grupo Consultivo Basel.

Los veintisiete países miembros son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Hong Kong, India, Indonesia, Inglaterra, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza y Turquía.

Basilea III y México

Cuando se escuchan en un comité de crédito o en un comité de riesgos de algún banco los términos Basilea I, Basilea II y Basilea III, no se está haciendo referencia a una trilogía de películas europeas ni tampoco a campeonatos tenísticos de Roger Federer, sino refieren a las distintas recomendaciones hechas por el comité de Basilea al paso del tiempo.

En 1988 se publicaron los acuerdos de Basilea I sobre los requisitos mínimos de capital para el sector bancario y se sugirió como fecha de implantación finales de 1992. Estos acuerdos (mejor conocidos como Basel Capital Accord) se enfocan en las actividades relacionadas con el riesgo de crédito que enfrentan los bancos y las acciones sugeridas para mitigarlo. En particular, respecto a las recomendaciones del capital mínimo que debería tener un banco, se estableció un capital regulatorio de al menos 8% del total de los activos riesgosos en el balance de cualquier institución.

Con el paso del tiempo y debido a las limitaciones identificadas en los documentos anteriores, en 2004 se difundieron los acuerdos de Basilea II, que incluían recomendaciones relativas a los riesgos operativos y a la capitalización y la solvencia de largo plazo de las instituciones bancarias, con una fecha estimada de puesta en marcha de finales de 2006. En estos acuerdos, se pretendió fijar un estándar internacional que sirviera de referencia a los reguladores bancarios, fundamentado sobre tres pilares: requisitos mínimos de capital, procesos de supervisión y disciplina de mercado.

La crisis financiera internacional de 2008 llevó al comité a revisar los acuerdos anteriores. Así, en 2009 se estableció Basilea III, con fecha estimada de inicio en 2013, y que fortalece los requisitos de capital, mejora la administración de riesgos, establece cargas adicionales para la conservación de capital e introduce nuevos conceptos para regular la liquidez y el apalancamiento de los bancos.

Una de las lecciones más importantes de la última crisis del sector financiero fue que la capitalización y la solvencia adecuadas no son suficientes para que las instituciones bancarias hagan frente a problemas de liquidez en el corto plazo derivados de situaciones de estrés. Por ello, Basilea III recomendó mejorar las condiciones para que el sector bancario pudiera absorber los impactos negativos de situaciones financieras y económicas desfavorables, perfeccionar la administración de riesgos y el gobierno corporativo de los bancos, y fortalecer la transparencia y la revelación de la información publicada por dichas instituciones.

Ahora bien, algunas de las situaciones ocurridas en el mundo durante la crisis actual ya se habían presentado en México en la crisis de 1994. Desde entonces, en nuestro país se han establecido controles más estrictos para la supervisión bancaria, con la intención de mejorar los indicadores de morosidad, cobertura, liquidez, solvencia y capitalización del sector.

Los principales acuerdos derivados de Basilea III son mayores requisitos de capital y nuevas reglas de liquidez para los bancos, así como medidas adicionales (creación de reservas, entre otras) para amortiguar la naturaleza cíclica del sistema financiero, implantar una disciplina de mercado entre todas las instituciones del sector e intensificar la supervisión. Afortunadamente para el sector bancario mexicano, las crisis del pasado, las medidas tomadas por las autoridades regulatorias y los índices de capitalización con los que hoy cuentan la mayoría de los bancos, colocan a nuestro país en una posición privilegiada respecto a los acuerdos de Basilea III, por lo cual, en el transcurso de este año México podría ser el primer país en aplicar completamente las recomendaciones del comité de Basilea para la Supervisión Bancaria.

Hacia el Futuro

La pregunta inicial es ¿Dónde queda Basilea? Pero la respuesta va más allá. Los acuerdos de Basilea III comprenden una serie de recomendaciones prudenciales para que los sistemas financieros tengan una regulación más sólida hacia finales de 2013. Es importante considerar que la situación económica actual y los incentivos que se necesitarán para revertir dicha situación generarán escenarios atractivos para muchos inversionistas, quienes históricamente han encontrado oportunidades de crecimiento en situaciones de crisis como las que actualmente se viven en el mundo.

En resumen, Basilea ofrece una serie de acuerdos que sirven para fortalecer los balances de los bancos: liquidez de corto plazo, solvencia de largo plazo, creación de reservas durante periodos favorables de la economía y adecuada capitalización, entre otros, además mejorar la supervisión bancaria en todo el mundo. Asimismo, el gobierno corporativo y la administración de riesgos deben representar un papel fundamental durante los próximos años en la toma de decisiones de las instituciones financieras.

México se encuentra en una posición ventajosa para aplicar las recomendaciones del comité y los inversionistas no deben desaprovechar las condiciones que se presenten derivadas de las situaciones particulares que nos afectan desde 2008. Si bien las crisis económicas son impredecibles, los sistemas financieros pueden prepararse para superarlas mediante una adecuada regulación bancaria. Al mismo tiempo, los inversionistas deben estar listos para aprovechar las oportunidades que abren las crisis. Es un llamado para todos los visionarios y emprendedores de nuestro país.?

Referencias

http://www.bis.org/bcbs/

http://www.cnbv.gob.mx

http://www.myswitzerland.com/en/basel.html

http://www.rogerfederer.com/en/rogers/history.html

http://www.financialstabilityboard.org/

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